Tras su debut en el concurso de televisión americano Jeopardy!, donde el ordenador de IBM demostró ser capaz de responder preguntas en lenguaje natural mejor que los campeones del concurso, IBM ha estado trabajando en conseguir que Watson aprenda a diagnosticar cáncer. Aproximadamente hace un par de años, IBM anunció que Watson había aprendido suficiente conocimiento médico para tener el conocimiento aproximado de un estudiante de medicina de segundo año. Pero desde entonces el ordenador ha progresado considerablemente.
Watson ahora mismo ha procesado más de 2 millones de páginas de revistas médicas, es capaz de manipular 600,000 piezas de evidencia clínica diferentes y es capaz de consultar información histórica sobre 1.5 millones de pacientes para ayudarle a tomar decisiones. La capacidad de este superordenador para asimilar y procesar información es considerablemente superior a la capacidad de un ser humano, lo que hace imposible para los médicos competir a nivel de conocimiento con Watson. Y, según IBM, ha llegado ya el momento en el que Watson es mejor que los médicos diagnosticando ciertos tipos de cáncer.
Por ejemplo, en una serie de tests conducidos con la compañía privada de sanidad Wellpoint, Watson ha demostrado ser capaz de diagnosticar correctamente el 90% de los cáncer de pulmón, mientras que los médicos sólo son capaces de diagnosticar correctamente el 50%.
Este esfuerzo de IBM no es en esta ocasión un mero intento para capturar titulares en la prensa, como fue en el caso del concurso televisivo Jeopardy!. IBM ya ha firmado un acuerdo con Wellpoint para vender los servicios de Watson en el diagnóstico de cáncer (inicialmente cáncer de pulmón, próstata y pecho) a hospitales americanos que estén interesados en contratar este servicio. Además de realizar un diagnóstico y proponer terapia, Watson también propondrá el mecanismo de tratamiento de cáncer más económico para ayudar a reducir los costes de la sanidad.
Estamos viviendo una auténtica revolución; ésta podría ser la primera vez que se comienzan a usar técnicas de inteligencia artificial y super computadores de modo habitual para apoyar o mejorar las capacidades diagnósticas de los médicos.