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Cómo un adolescente de 16 años descubrió un método para diagnosticar cáncer de páncreas más barato,


La primera vez que el equipo de IngenieríaBiomédica.org escuchó hablar de esta noticia pensó que se trataba de la típica noticia sensacionalista de prensa amarilla. Pero no es el caso. Jack Andraka es un adolescente norteamericano que de niño experimentó la pérdida de un ser querido por culpa del cáncer de páncreas. Una frase de uno de los médicos que trató a esta persona se le quedó grabada en la mente: "Quizás si hubiésemos descubierto el cáncer antes…".

Con la ingenuidad y optimismo de un niño de 13 años, Jack comenzó a trabajar para intentar buscar una forma de diagnosticar el cáncer de páncreas del modo lo más temprano posible. Su reacción parece la típica reacción de un niño que cree que va a poder cambiar el mundo y se pone a trabajar para ello. La diferencia es que esta vez el niño tuvo éxito.

Con 13 años Jack comenzó a aprender en qué consistía el cáncer de páncreas y como se diagnosticaba. Aprendió que la forma más viable de diagnosticar cáncer era identificar proteínas relacionadas con el cáncer en la sangre. Y encontró un artículo en internet que listaba 8000 proteínas que estaban relacionadas con el cáncer. Así que comenzó la titánica tarea de estudiar las propiedades de todas y cada una de estas proteínas. El tenía claro cuáles eran las propiedades que quería para la proteína ideal para diagnosticar cáncer:

  1. Debía estar presente desde las etapas más tempranas del cáncer, para poder diagnosticarlo pronto

  2. Debía estar presente sólo cuando el paciente tiene cáncer, para que no haya falsos positivos

  3. Debía estar presente en relativamente altas concentraciones en sangre para que fuese fácil de identificar

La mayor parte de la gente si hubiese desanimado en algún momento. Pero Jack buscó en Google un artículo científico tras otro hablando sobre las 8000 proteínas que había identificado. Y cuando llegó aproximadamente a la proteína 4000, encontró una que cumplía todos los criterios para ser un buen marcador del cáncer de páncreas. Además, como bonus extra, también estaba presente en el cáncer de ovario y de pulmón.

Ahora llega el momento de buscar una forma de identificar la proteína: construir un sensor que la pueda identificar. Y aquí tuvo la idea de emplear nanotubos de carbono para construir un sensor que detectase la proteína. Combinando estos nanotubos con anticuerpos debería ser posible construir una estructura que reaccionase eléctricamente ante la presencia de la proteína en cuestión.

Obviamente, Jack no tenía ninguna forma de construir estos nanotubos de carbono. Así que llegó el momento de pedir ayuda. Jack redactó sus ideas y envió 200 e-mails a 200 investigadores americanos que trabajaban en investigación relativa al cáncer de páncreas. La inmensa mayoría de estos e-mails fueron respondidos, pero rechazando sus ideas y diciéndole que no eran viables. Sin embargo, un profesor le respondió diciendo que estaba interesado en mirar con más detalle en sus ideas. Anirban Maitra, profesor de patología y Oncología de la Universidad Johns Hopkins School of Medicine, accedió a reunirse con Jack.

Tras escuchar en detalle las ideas de Jack, Anirban Maitra juzgó que si bien había varios problemas con las ideas iniciales que tenía Jack sobre cómo construir el sensor, la idea en sí era viable y comenzó a trabajar en ella en su laboratorio. El resultado: siete meses después en el laboratorio de Anirban Maitra consiguieron construir el primero de estos sensores. Este sensor toma la forma de un pedazo de papel que cuesta aproximadamente unos 3 centavos de dólar, y que requiere de unos cinco minutos para identificar la proteína asociada con el cáncer.

Este sensor es 168 veces más rápido que el actual método de diagnóstico para el cáncer de páncreas, 26,000 veces más barato, y 400 veces más sensible. Además, tiene una especificidad cercana al 100%. Toda una revolución en el diagnóstico de cáncer de páncreas.

Jack Andraka ha sido galardonado con múltiples premios, incluyendo un premio a la innovación de Intel de $75,000, y ha ganado fama mundial gracias a su descubrimiento. Parece un guión de una película de Hollywood, pero es una historia real.

Aquí tenéis una presentación de Jack Andraka en video donde él mismo cuenta su historia.

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