En una operación pionera en Wales un equipo de médicos ha reconstruido la cara a un paciente empleando escáneres de tomografía computacional para crear modelos tridimensionales de los huesos del paciente, y a continuación en base a esa información diseñar implantes tridimensionales para restaurar la apariencia normal del paciente. Estos implantes fueron impresos en una impresora 3D capaz de crear piezas de titanio.
El paciente en cuestión, de 29 años, padeció un accidente de moto en 2012. A pesar de llevar el casco, e incluso después de haber hecho cirugía inicial (ver foto superior izquierda) su cara seguía estando bastante desfigurada y asimétrica. Este año se ha sometido a una nueva operación, el resultado de la cual la podéis ver en la imagen a la derecha arriba. Según los médicos, esta nueva operación ha permitido una reconstrucción del rostro considerablemente más precisa y mejor de lo que se podía con técnicas tradicionales.
El uso de impresoras 3D para crear implantes médicos en base a imágenes de tomografía computacional se va a convertir pronto en un estándar de medicina. No obstante, quedan unos cuantos retos por resolver antes de llegar ahí, cómo conseguir que esta tecnología tenga un precio más accesible.