Nicolas Huchet es un ciudadano francés que en 2002 sufrió un accidente y perdió su mano derecha. La seguridad social francesa le compró una mano bionica relativamente sencilla que simplemente hace de pinza moviendo el dedo pulgar hacia los otros cuatro dedos. En el caso de Francia, la seguridad social cubre el 90% del precio de esta prótesis. Sin embargo Nicolás envidiaba otras prótesis más complejas del mercado que permiten mover de modo independiente cada uno de los cinco dedos, pero que tienen un precio que rondan los 50,000 euros, y que él no se podía permitir. Es más, Nicolás fue relativamente afortunado porque en el caso de España, por ejemplo, la seguridad social es menos generosa a la hora de comprar prótesis.
Nicolás en 2012 descubrió el mundo de los Fablabs, laboratorios de fabricación digital donde empleando instrumentos como impresoras 3D son capaces de construir casi cualquier cosa. Gracias al laboratorio de fabricación digital de su ciudad comenzó a trabajar en un proyecto: construirse una prótesis de mano barata y mejor que la que tenía en aquel momento.
Un par de años más tarde, a raíz de esto, surgió el proyecto Bionico Hand, que tiene como propósito desarrollar una prótesis de brazo avanzada, versátil y con una funcionalidad equivalente a las mejores prótesis comerciales, pero que tenga un precio asequible.
En la web de Bionico Hand se pueden encontrar todos los planos necesarios para construir la mano. La mano tiene cinco dedos que se mueven de modo independiente gracias a motores, y se activan a partir de información del electromiograma registrado en algún músculo del brazo del usuario. Aquí tenéis una charla (en francés) que Nicolás Dios sobre su mano:
Recientemente hemos hablado en este blog de otra mano similar, Cyborg Beast, la cual no tiene motores, sino que emplea movimientos del "muñón" de la mano del usuario para cerrar los dedos, siendo apta sólo para usuarios que todavía conserven parte de la muñeca y de la mano. Esta mano tiene la ventaja de no requerir que el usuario conserve muñeca o mano, a costa de ser un poco más pesada y de necesitar baterías de alimentación para mover los motores que activan los dedos. En cualquier caso, ambas son un excelente ejemplo de lo que la tecnología puede hacer por la sociedad; en este caso, poner al alcance de todos los bolsillos una prótesis barata y efectiva.
