Stephen Hawking, el famoso astrofísico británico que lleva décadas viviendo confinado a una silla de ruedas y empleando ordenadores para comunicarse, recientemente ha tenido una actualización significativa en el software y el hardware que le permiten comunicarse. En un proyecto conjunto de Intel, la misma compañía que construyó la silla de ruedas que lleva empleando el astrofísico durante las últimas dos décadas, y SwiftKey (la compañía que construye teclados alternativos para teléfonos móviles) han construido una silla de ruedas más avanzada.
Por un lado, la silla emplea nuevos mecanismos para permitir a Stephen comunicarse; así por ejemplo emplea un sensor de infrarrojos situado debajo de una de sus gafas para detectar movimientos de su mejilla que son transformados en comandos en el ordenador. También emplea movimientos de los ojos y cejas del astrofísico para controlar un ordenador, una tablet ejecutando Windows 7.
El trabajo de SwiftKey ha sido sobre todo en la línea de permitir a Stephen ""teclear"" con movimientos de sus ojos y mejilla menos letras empleando funcionalidad predictiva. Con el nuevo sistema, Stephen tiene que teclear sólo un 20% de los caracteres de cada palabra. Para haber conseguido esto, ha sido clave el aprendizaje automático a partir de los textos escritos por el astrofísico, para aprender las complicadas palabras técnicas que emplea a menudo.
El resultado final es una silla de ruedas que permite a Stephen realizar tareas como navegar por Internet o comunicarse hasta en algunas ocasiones 20 veces más rápido de lo que se lo permitía antes. Lo que no ha cambiado, es el sintetizador de voz; si bien sería fácil a día de hoy construir una voz más natural y avanzada, Stephen ha querido mantener su voz característica que ya conoce todo el mundo.
Este proyecto de Intel no tiene sólo como objetivo el desarrollar la silla de ruedas del astrofísico británico, sino que ha dado lugar a una plataforma denominada Assistive Context Aware Toolkit que será publicada abiertamente por la compañía en Internet y que servirá como base para miles de investigadores en todo el mundo para construir soluciones que permitan a personas con distintos niveles de discapacidad interaccionar con ordenadores y controlar dispositivos como sillas de ruedas.