En este blog en varias ocasiones hemos cubierto avances en ingeniería genética y la síntesis de organismos artificiales, como por ejemplo las herramientas de la empresa Cambrian Genomics.
Uno de los potenciales riesgos que tiene sintetizar genéticamente un nuevo organismo es que dicho organismo resulte ser perjudicial y escape al control de los creadores. Por ejemplo, podemos tratar de sintetizar una versión modificada de una bacteria para que genere algún compuesto químico que nos interesa. En el laboratorio, esa bacteria podría ser tremendamente útil. Pero sí se escapase al mundo esa sustancia química que nos interesa podría ser problemática.
Por otro lado, siempre existe la posibilidad de que haya algún comportamiento impredecible en el organismo sintetizado genéticamente. O que dicho organismo mute por su cuenta y cambie su comportamiento.
Investigadores de las universidades de Harvard y Yale han presentado recientemente un avance científico en la síntesis de organismos modificados genéticamente que permite prácticamente eliminar la posibilidad de que estos organismos "escapen" de los laboratorios. Lo que han hecho es reescribir su código genético para hacerlos dependientes de una sustancia sintetizada artificialmente, un aminoácido sintetizado en el laboratorio.
El organismo modificado sintéticamente depende de dicho aminoácido para poder sobrevivir. Por tanto, sólo puede vivir en un medio donde este aminoácido sintetizado artificialmente se suministra. Si el organismo escapa al mundo, no encontrará el aminoácido y morirá.
El efecto final es tener una especie de "seguro" que permite controlar a estos organismos modificados genéticamente. Por lo de ahora esta técnica la han aplicado sólo a un organismo bastante sencillo, la bacteria E. coli (la bacteria de la imagen). Pero sin duda esta técnica u otras similares serán clave para el desarrollo de la ingeniería genética y la fabricación segura de organismos modificados genéticamente.