Los exoesqueletos son dispositivos roboticos cuyo fin en vez de sustituir a un órgano no presente, como es el caso de las prótesis, es aumentar/reforzar la acción de un órgano presente en la persona pero que ha perdido funcionalidad o cuya funcionalidad está disminuida. Un ejemplo sería conseguir que una niña parapléjica, como Daniela en la foto, pueda volver a andar a pesar de no tener un control motor sobre sus piernas.
ATLAS 2020 es el nombre de un exoesqueleto construido con tecnología española. Se trata de un proyecto llevado a cabo en el Centro de Automática y Robótica (CAR) del CSIC, proyecto dirigido por Elena García. El proyecto tiene como objetivo desarrollar un exoesqueleto para niños parapléjicos. El prototipo actual consta de un complejo armazón compuesto por cables, motores y sensores de varios tipos (presión, fuerza, temperatura…) que le permiten al exoesqueleto interpretar las intenciones del paciente y activar los motores para facilitar el movimiento que el paciente pretende conseguir. Parte del armazón es una mochila con baterías; este es uno de los aspectos a mejorar en el prototipo: ahora mismo sólo tiene una autonomía de aproximadamente unas dos horas. No obstante, Ya se ha avanzado bastante desde las versiones iniciales del prototipo, una de las cuales podéis observar en este video.
Este dispositivo, que hasta ahora sólo se ha construido con fines de investigación, pretende transformarse en un producto a través de la empresa Marsi Bionics; de mantenerse los planes actuales del grupo de investigadores trás este proyecto, su invención se convertirá en un producto que estará disponible comercialmente a mediados de 2016. Por lo de ahora, ya ha permitido que Daniela, la paciente de la imagen y el video, haya podido volver a andar después de un accidente de tráfico que la dejó parapléjica.