Se trata de una operación no libre de polémica y controversia relativa a temas éticos. En este momento, en el mundo hay tres personas que voluntariamente han accedido a que se les ampute un brazo que había sido lesionado y que estaba carente de movilidad y se les ha sustituido por un brazo biónico. Las tres operaciones se han llevado a cabo en los últimos cuatro años conjuntamente por un grupo de científicos y médicos austriacos y alemanes.
Con excepción de estos tres pacientes, todo el mundo que actualmente usa un brazo biónico, o una pierna biónica lo emplea para sustituir a un órgano que ha perdido en un accidente y que ha tenido que ser amputado, o bien ya directamente nació sin ese órgano. Pero estos tres pacientes tenían el órgano completo, y el órgano no requería de amputación. Eso sí, el órgano no era funcional; es decir el brazo no tenía movilidad debido a las lesiones de los pacientes.
Recientemente en la prestigiosa revista The Lancelet se ha publicado un estudio de seguimiento para estos tres pacientes. Las conclusiones del estudio es que la operación ha merecido la pena; los tres pacientes se encuentran más cómodos con su brazo biónico que con su brazo original, ya que el brazo biónico les proporciona una movilidad que, si bien está limitada al compararla con un brazo sano, es muy superior a la del brazo que tenían ellos.
Una de las polémicas de esta operación es la hipotética posibilidad de que en el futuro existiese algún procedimiento para devolverla movilidad del brazo del paciente, cosa que ahora no será posible. Si bien este tipo de intervención no está exenta de debates éticos, la realidad es que los tres pacientes están satisfechos con ella y en vista de los resultados probablemente haya más pacientes que opten por someterse a este tipo de cirugía.