Un grupo de investigadores de la Universidad de Linköping en Suecia han desarrollado un dispositivo electrónico construido con materiales orgánicos que es capaz de un modo muy preciso liberar moléculas químicas capaces de cancelar el dolor. Actualmente cuando tomamos un fármaco para cancelar el dolor normalmente se toma por vía oral o se inyecta en la sangre y el medicamento bloquea el dolor en cualquier parte del cuerpo, tanto el dolor que estamos interesados en bloquear como otros dolores o sensaciones que podríamos tener de otras partes del cuerpo.
Para conseguir este bloqueo, es necesario tomar una cantidad grande de medicamento ya que vamos a "bloquear las sensaciones de todo el cuerpo". Al tomar estas cantidades grandes de medicamentos es más probable que el medicamento tenga efectos secundarios en el paciente.
Este grupo de investigadores han construido un dispositivo electrónico fabricado con un polímero orgánico que tiene una bomba de electrones que le permite con una elevada precisión (literalmente molécula a molécula) empleando electroforesis liberar fármacos dentro de un ser vivo con una precisión sin precedente hasta la fecha. Al poder suministrar estos fármacos con tanta precisión y de un modo tan dirigido dentro del cuerpo del ser vivo se puede cancelar el dolor con cantidades diminutas del fármaco y asi se elimina completamente los efectos secundarios.
El dispositivo ha sido probado en ratas. El nervio ciático de las ratas fue cortado de tal modo que le produjese a la ratas una sensación eléctrica en su espina dorsal que era interpretada como dolor en el cerebro. El dispositivo fue implantado en la ratas y el fármaco se liberaba en cuatro puntos de la espina dorsal de la ratas, consiguiendo bloquear el dolor que sentían.