Recientemente un grupo de investigadores de la Universidad de California, Los Angeles, han conseguido controlar un exoesqueleto empleando implantes no invasivos que tomaban señales de la columna vertebral de un paralítico. El exoesqueleto que se empleó fue suministrado por la compañía Ekso Bionics, de la cual ya hemos hablado previamente en este blog.
El exoesqueleto de Ekso Bionics está pensado para permitir que un paralítico ande pero sin ningún tipo de cooperación por parte del sistema nervioso o músculos paralítico. En este experimento, el paciente necesitaba hacer esfuerzo y "pensar en andar", en vez de simplemente existir un control externo al del exoesqueleto independiente del paciente ("un mando a distancia").
Esta cooperación entre el dispositivo mecánico y el paciente tiene la ventaja de que favorecer el ir recuperando poco a poco neuronas durmientes de la médula del paralítico y permitir que poco a poco el vaya recuperando movilidad. El sistema también tiene la ventaja de no requerir implantes permanentes, sino que emplea electrodos colocados en la piel del paciente, en la región lumbar, en torno a la médula.
El paciente que sirvió para el test inicial es una persona famosa en el mundo de la discapacidad: Mark Pollock, el primer invidente en alcanzar el polo Sur. En 2010 Mark tuvo un accidente que le lesionó la columna y le impidió volver a andar, hasta este verano. Aquí os dejamos un video de los tests realizados con Mark: