Investigadores del MIT han creado un lenguaje de programación llamado "Cello" que permite empleando primitivas de alto nivel bastante parecidas a las de cualquier lenguaje de programación definir el código genético de una bacteria (E. coli en la versión actual, aunque están trabajando para poder definir la cadena de ADN de otras bacterias). El lenguaje de programación está basado en Verilog, un lenguaje que se emplea para crear chips.
Una vez determinado el "programa" en Cello el compilador genera una cadena de ADN que una vez sintetizada e introducida en la bacteria hará lo que el programa le ordene a la bacteria a través de esa cadena de ADN.
Empleando este lenguaje los científicos han programado 60 bacterias diferentes haciendo que llevasen a cabo tareas como medir concentración de oxígeno, medir concentración de glucosa o reconocer distintas señales en el entorno y responder a ellas en un orden de prioridad. De esta 60 hubo 45 que funcionaron sin problemas a la primera.
Ahora mismo los científicos están trabajando en soportar otras bacterias además de E. coli en este lenguaje como por ejemplo levaduras responsables de distintos proceso de fermentación. El fin último de este lenguaje de programación sería permitir programar bacterias que por ejemplo, puedan detectar y curar enfermedades dentro del cuerpo de una persona o ayudar a una persona a sintetizar algún producto (por ejemplo insulina) que su cuerpo no es capaz de sintetizar en cantidades suficientes.