Un grupo de científicos de Melbourne ha conseguido enseñar a un cultivo de 800.000 neuronas crecidas a partir de células madre de ratón y de ser humano a jugar a uno de los primeros videojuegos que se crearon: el juego de Pong. Para construir este sistema, al que han bautizado como DishBrain (cerebro en un plato), crecieron estas células en una placa de cultivo que contenía microelectrodos en ambos extremos; podéis ver la placa bajo estas líneas.
Los microelectrodos de la izquierda y de la derecha indicaban si en un momento determinado la pelota se encontraba a la izquierda o a la derecha de la paleta empleada en el juego, y la frecuencia de activación de los microelectrodos representaba la distancia de la pelota. Tras 5 minutos, las células comenzaron a aprender a jugar al juego. Este experimento es la primera vez en la que se consigue enseñar a un conjunto de neuronas naturales a resolver un problema artificial.
Bajo estas líneas podéis ver un video tanto del plato que contiene las células como de una representación gráfica de las activaciones de los potenciales de acción de las células mientras juegan al juego:
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